El Mar Menor en 2075: ¿un parque acuático urbano?

Durante el reciente congreso ‘El Mar Menor a lo largo de la historia’, José Luis Domínguez, fundador de Diario de La Manga, profesor, periodista e investigador, ofreció una ponencia que dejó a todos reflexionando sobre el futuro de la laguna. Su análisis, titulado “El futuro del Mar Menor: Un análisis desde la perspectiva de la pantópolis universal”, repasó la historia del Mar Menor, su evolución en tres generaciones y planteó un escenario para 2075.
Tres generaciones de un ecosistema único
Domínguez comenzó preguntando: “¿Qué Mar Menor conocieron vuestros abuelos, vuestros padres y vosotros?”.
- Nuestros abuelos disfrutaban de un Mar Menor lleno de vida. En los años 50, los riachuelos de la Rambla de Carrasquilla estaban activos. Se podía recoger almejas en la orilla y ver nacras por todas partes. Incluso el agua dulce era abundante: “Bastaba con hacer un hoyo para encontrarla”, recordó Domínguez, citando el histórico Pilón de Burros en Cartagena.
- Nuestros padres encontraron una laguna todavía rica en biodiversidad en los años 70 y 80: doradas, lenguados, sargos, caballitos de mar… La presión urbanística comenzaba a crecer con la creación de La Manga, Los Alcázares, Mar de Cristal o Playa Honda. La conciencia medioambiental surgía tímidamente, pero los intentos de protección eran insuficientes.
- Nuestra generación ya conoce un Mar Menor en equilibrio muy delicado. “El Mar Menor puede morir en cualquier momento”, advirtió. Episodios críticos constantes, urbanismo creciente y economía por encima de la naturaleza han transformado un ecosistema autosuficiente en un espacio vulnerable.
Momentos en los que pudo desaparecer
Domínguez recordó tres episodios históricos en los que la laguna estuvo al borde de desaparecer:
- 1702: José de Viana propuso desecar el Mar Menor y construir una ciudad al estilo de Cartagena. La idea fue rechazada por la importancia de las pesquerías.
- 1919: José Polo Barbero planteó artillar La Manga y convertir el Mar Menor en un centro militar y de minería.
- 1936: Durante la II República, hubo un proyecto para transformar el sur de la laguna en un refugio de barcos similar a Escombreras.
“La historia nos ha dado una oportunidad. Hemos conocido el Mar Menor”, reflexionó Domínguez, consciente de que no siempre fue así.
2075: la pantópolis universal
Mirando hacia el futuro, Domínguez fue claro y directo: “Si seguimos con la misma tendencia, en 2075 el Mar Menor será un parque acuático urbano”.
Las razones son varias:
- La presión demográfica global, con 10.000 millones de habitantes en el planeta.
- La expansión de la “pantópolis universal”, la ciudad continua a lo largo de toda la costa mediterránea.
- La economía, que limita cualquier esfuerzo de restauración ecológica.
“Será un parque limpio, mantenido para que la gente se bañe en vacaciones, pero el ecosistema habrá desaparecido”, alertó.
Además, el aumento del nivel del mar añadirá nuevos desafíos, que complicarán aún más la supervivencia del Mar Menor tal como lo conocemos.
Una llamada a la responsabilidad
Domínguez cerró su ponencia con un mensaje de responsabilidad generacional: “Pido perdón en nombre de mi generación. No supimos preservar este ecosistema y os lo hemos dejado destrozado. Ahora vosotros, los futuros responsables, tenéis el reto de demostrar que estaba equivocado”.
Su intervención fue más que un análisis científico: fue un llamado a la acción. La historia del Mar Menor nos muestra lo que hemos perdido y lo que aún podemos salvar, si cambiamos nuestras decisiones y prioridades.
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