La idea de crear un nuevo aeropuerto en Corvera, aun estando operativo el de San Javier, no nació del equipo de gobierno conservador de Ramón Luis Valcárcel.
Tendríamos que retroceder a los dos gobiernos socialistas de la década de los ochenta para toparnos que el primer anuncio público del ejecutivo autonómico de crear este aeropuerto que tantos quebraderos de cabeza está ocasionando.
El entonces presidente de la Comunidad Autónoma, Carlos Collado, no dudó en afirmar en unas declaraciones recogidas por la prensa de la época que “la necesidad del aeropuerto está más que justificada” añadiendo, más adelante, que esperaba “abrir los ojos a quien no lo ve claro”.
El gabinete socialista, que durante aquella legislatura gobernaba con una abrumadora mayoría absoluta, justificó la necesidad de construir un nuevo aeropuerto en Murcia argumentando que sería motor “del asentamiento de industrias y de la llegada del turismo”.
Collado, firme defensor de la creación de esta infraestructura aeroportuaria a pesar de estar plenamente operativo el aeropuerto de San Javier, se quejaba “de la ceguera de algunos responsables. Esta es una de las luchas que tenemos que llevar adelante, haciendo ver a todos que es absolutamente imprescindible contar con el aeropuerto, que se trata de una obra justificadísima y que en modo alguno es un capricho. Lo que ocurre es que hay intereses empeñados en que no sea así… …sabemos que al final lo conseguiremos”, afirmó en una declaraciones recogidas por la Hoja del Lunes el 9 de marzo de 1987.
El consejero de Obras Públicas y Política Territorial, José Salvador Fuentes Zorita, se pronunciaba en la misma línea reivindicadora de un nuevo aeropuerto en la Región.
En relación al retraso que el proyecto ya estaba acumulando el consejero afirmó que “pensar que se ha de prolongar sine die [la construcción del aeropuerto] me parece actuar con una cierta miopía porque es como aplazar el desarrollo de la Región en el concierto económico de la CEE”.
“Para que podamos mandar allí [a Europa] nuestros productos y para que el turista venga a consumir aquí las buenas temperaturas que tenemos y el litoral, la solución lógica pasa por el transporte aéreo”.
Zorita no dudó en asegurar que, tarde o temprano, la construcción del complejo aeroportuario debía ser un trabajo que tendrían que acometer los responsables políticos. “Tenga el Gobierno el color que tenga –afirmó- no tendrá más remedio que contemplar como objetivo a cubrir la solución del problema que significa no tener adecuadamente resuelto el transporte aeroportuario”.
Además, adelantó que debía ubicarse en el centro de la Región. De hecho el gabinete socialista ya había realizado, en 1987, un estudio de pre-localización del futuro aeropuerto fijándose tres posibles opciones: en las proximidades de Alhama de Murcia, en Corvera (donde finalmente se ha hecho) o en Alcantarilla.
Un aeropuerto para el siglo XXI
Los socialistas, de la mano de Fuentes Zorita, continuaba defendiendo el aeropuerto ahora tan denostado: “hay que mirar hacia el año 2000 y sobre esto preguntarse qué papel queremos que juegue esta región en Europa, si queremos que ésta sea una tierra exportadora, abierta para el turismo, etc. y, una vez formuladas estas cuestiones, plantearse otra: ¿se puede alcanzar todo esto sin el aeropuerto?”
Sobre las críticas que recibió este proyecto socialista para dinamizar las comunicaciones regionales dada la cercanía con el de El Altet, Fuentes Zorita se hacía otra pregunta: “¿Acaso puede pensar alguien que el turista que llegue a la capital alicantina estará dispuesto a venir luego a nuestras playas si tiene que hacer tres horas de autobús? En cuanto a las empresas que han de colocar sus productos con rapidez lo mismo podría decirse; podría preguntarse por qué han de hacer tres o cuatro horas por carretera si en media hora podrían hacerlo. No se olvide que uno de nuestros grandes mercados se basa en los productos de primor que se obtienen, por ejemplo, en el Valle del Guadalentín ¿También esta zona está cerca de Alicante?”.
