Un grupo de científicos pone en duda el diagnóstico oficial de la situación del Mar Menor

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Quince científicos, adscritos a diversas instituciones y a título particular «en base a nuestro conocimiento y trayectoria investigadora» ponen en duda las interpretaciones y diagnósticos sobre la evolución y estado del Mar Menor que se están transmitiendo a la opinión pública en nombre del Comité de Asesoramiento Científico.

«Dicho Comité  -añaden- al cual algunos todavía pertenecemos, carece actualmente de operatividad y no se ha reunido en plenario en el último año. No consta por tanto su respaldo a unas interpretaciones y diagnósticos que se transmiten a través de una pretendida portavocía y que obvian las investigaciones realizadas en los últimos dos años, financiadas en muchos casos por la propia Administración Regional».

Según estos científicos en nombre de la ciencia se están realizando afirmaciones «oportunistas e improvisadas» al hilo de eventos anómalos como espumas y mortalidad de animales, sobre la base de valoraciones personales «de pretendidos líderes de opinión, cuyo discurso a menudo cambia según a quién vaya dirigido el mensaje».

«En este bucle de declaraciones irresponsables se ha llegado a transmitir la idea de que el Mar Menor está mejor que nunca y que todo está controlado, en lugar de reconocer que es un ecosistema profundamente degradado y desequilibrado muy lejos de su recuperación, sometido aún a la múltiples presiones antrópicas que lo llevaron al colapso».

Los firmantes estiman que el actual color verde del agua no obedece a vertidos puntuales o a un incremento de las temperaturas o los vientos sino que «es fruto de un proceso cuyo motor principal es el exceso de nutrientes de origen tanto externo como interno».

«Hay datos más que suficientes para asumir que hemos pasado de un estado oligotrófico (pobre en nutrientes) a otro eutrófico (rico en nutrientes) cuya reversión es muy complicada, e imposible a corto plazo».

«Actuaciones como el ensanchamiento de las golas o la recogida de aguas de la cuenca para su vertido en el Mediterráneo contradicen los informes del propio Comité y son fruto del nerviosismo y de una visión cortoplacista, incompatible con la recuperación de un ecosistema, por definición, compleja».

Los científicos firmantes del comunicado advierten, finalmente, que se han sentido obligados a emitir esta nota para dar transparencia al debate científico en torno al Mar Menor, para conocimiento de colectivos interesados y sociedad en general.

Firman este comunicado, por orden alfabético: Elena Barcala Bellod (Instituto Español de Oceanografía), Juan Antonio Campillo (Instituto Español de Oceanografía), Miguel Ángel Esteve Selma (Universidad de Murcia), Eugenio Fraile Nuez (Instituto Español de Oceanografía), Francisca Giménez Casalduero (Universidad de Alicante), Rosa Gómez Cerezo (Universidad de Murcia), Gonzalo González Barberá (CEBAS-CSIC), Víctor M. León León (Instituto Español de Oceanografía), Julia Martínez Fernández (Fundación Nueva Cultura del Agua), Concepción Martínez Gómez (Instituto Español de Oceanografia), Jesús Mercado Carmona (Instituto Español de Oceanografía), Francisco Robledano Aymerich (Universidad de Murcia), Juan Manuel Ruiz Fernández (Instituto Español de Oceanografía), Juan Santos Echeandía (Instituto Español de Oceanografía) y José Álvarez Rogel (Universidad Politécnica de Cartagena).

3 Comentarios

  1. Esta muy claro que el Mar Menor está mal y no se ha recuperado. Esto es evidente para los que acudimos a bañarnos cada año. Lo que es importante para el seguimiento de su recuperación es que el comité de seguimiento científico se reúna al menos una vez al mes y que disponga de todo tipo de datos para su difusión a la sociedad. No es de recibo que cada administración vaya por libre . Y difunda noticias según convenga.
    Ustedes los políticos son todos corresponsables de estos fracasos. O ponen el máximo interés en coordinar las actuaciones para su solución o DIMITAN todos desde el presidente regional hasta los concejales de ramo de Cartagena San Pedro del Pinatar y San Javier