La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca se ve obligada a destinar un tercio de sus presupuestos para 2018 a «modernizar infraestructuras de regadíos en comunidad de regantes y a un mejor aprovechamiento de aguas residuales» como consecuencia de los problemas derivados de la crítica situación del Mar Menor y la persistente sequía, fundamentalmente.
El diputado regional del Partido Popular, Jesús Cano, afirmó ayer lunes que «se van a destinar un total de sesenta y ocho millones de euros» para tal fin.
Según el Gobierno regional esto va a suponer el 34,1% del total de los fondos de la Consejería para el próximo año a tenor de los datos aportados por el propio consejero Francisco Jódar en la Asamblea Regional.
Cano ha afirmado que, de esta forma, se está dando «un paso más para seguir mejorando y trabajando en nuevas actuaciones» encaminadas a la modernización de regadíos, saneamiento y depuración «para seguir siendo punteros e innovadores», apostilló.
El diputado regional recuerda que, para el Gobierno regional, el peso de la agricultura seguirá en aumento con un crecimiento en 2018 de un 15% en los presupuestos de la Consejería con un total de 180 millones de euros destacando los 17,2 millones que recibirá la industria agroalimentaria «para estimular la inversión y propiciar su transformación y desarrollo».
Mantener agricultura de regadío en el Mar Menor
Por otro lado, Jesús Cano ha destacado los 6,8 millones de euros destinados a la regeneración del Mar Menor «con la construcción de infraestructuras como son los tanques ambientales en Playa Honda y Mar de cristal y las balsas de captación de escorrentías».
Según el consejero, Francisco Jódar, este es uno de los objetivos primordiales del Gobierno regional para «garantizar la sostenibilidad de la agricultura de regadío de la zona».
«La monitorización de todos los cauces, la ejecución de tanques ambientales para evitar la llegada a la laguna de las primeras lluvias o una red de lisimetría destinada a cuantificar el agua que drena el regadío son algunas de las actuaciones más destacadas en este ámbito», ha señalado.
Igualmente, el presupuesto para 2018 contempla la construcción de balsas ambientales con la doble función de evitar arrastres al Mar Menor y captar agua de lluvia para ponerla a disposición de los regadíos.
Además, la agricultura recibirá una inyección adicional de 10,2 millones de euros a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario (Imida) lo que supone, según el diputado popular, «un 5,64% más que el año pasado».
Jesús Cano ha manifestado que en la actualidad desde el IMIDA se están llevando a cabo cien proyectos de investigación de los que cuarenta cuentan con colaboración de empresas murcianas, un modelo de colaboración público-privada «que nos está convirtiendo en referentes a nivel mundial», ha concluido.
Echar mano de los Presupuestos Participativos
Francisco Jódar afirmó, además, que en 2018 se van a poner en marcha cinco líneas de subvenciones destinadas a las comunidades de regantes «derivadas de los presupuestos participativos» que cuentan con un importe global de un millón de euros.
Con cargo a estos Presupuestos Participativos el consejero espera destinar dinero a «sustituir grupos de bombeo alimentados por gasoil por otros de energía renovables, renovar las conducciones de agua obsoletas y construir balsas de regulación», entre otras.
Todo ello, explicó el titular de Agua, “con el fin de reducir las pérdidas de agua, ser más eficientes en la aplicación y la gestión del recurso, conseguir más caudales y apostar por las energías renovables aplicadas a la agricultura”.
Encañizada de El Ventorrillo
Por último, Jódar ha señalado que se han destinado 100.000 euros «a la recuperación de la Encañizada del Ventorrillo, un proyecto con el que pondremos en valor los sistemas tradicionales de pesca con actividades turísticas, formativas y de sensibilización de la población”.
