Justo en el ecuador del periodo estival «y con el objetivo de hacer un seguimiento y control de toda la actividad que se lleva a cabo en el Mar Menor», la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente ha puesto en marcha, desde el 1 de agosto, un servicio de Vigilancia Marítima Integral en el Mar Menor que se hará extensivo en meses posteriores con una base permanente gracias al convenio que se está tramitando con el Ministerio de Defensa, que permitirá disponer de un punto de amarre y un pañol en instalaciones militares.
Dicho servicio, añade la Consejería, tiene como objetivos principales «controlar las actividades que se realizan en la laguna costera y que se encuentran reguladas por las diferentes administraciones públicas». Además, pretenden que sirva para facilitar el seguimiento ambiental del Mar Menor, la toma de muestras que permitan conocer diariamente la evolución de parámetros como la temperatura, salinidad, turbidez y oxígeno disuelto, entre otros.
La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, señaló ayer, en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, que “para el Gobierno regional el Mar Menor es una prioridad y por ello estamos llevando a cabo todas las actuaciones que nos permitan tener un conocimiento exhaustivo de lo que sucede en la laguna”.
“Con este servicio de vigilancia integral del Mar Menor queremos ofrecer a todos los ciudadanos ribereños y visitantes una garantía diaria y continua de todo lo que ocurre en la laguna”, destacó Martínez-Cachá.
El servicio de Vigilancia Marítima Integral en el Mar Menor cuenta con dos embarcaciones y una adicional del servicio de pesca. En cuanto al personal, diariamente un agente medioambiental vigilará la laguna, además de contar con dos biólogos, dos patrones de embarcación y dos inspectores del servicio de pesca.
Control de la pesca furtiva y fondeos ilegales
El servicio vigilará y controlará la pesca recreativa, la pesca profesional, la extracción de especies no permitidas como los moluscos o gusanos, la pesca furtiva, la presencia de embarcaciones fondeadas en zonas no autorizadas, la presencia de barcos hundidos y abandonados o sin matrícula, así como la presencia de vertidos procedentes de playas o embarcaciones. Las incidencias detectadas serán puestas en conocimiento de las administraciones públicas competentes, como Capitanía Marítima y Demarcación de Costas del Estado cuando no se trate de competencias autonómicas.
Además de realizar el seguimiento en embarcaciones, que estarán identificadas con rótulos del servicio, la Consejería también contará con personal que controlará y hará seguimiento a pie en las zonas en las que se lleven a cabo acciones en las orillas de las diferentes playas del Mar Menor.
Igualmente, se dispondrá de una sonda CTD portátil que permitirá el registro de parámetros (temperatura, salinidad, turbidez, PH y oxígeno disuelto). Estos registros se realizarán con carácter semanal, o cuando por las variaciones que se detecten se considere que debe aumentarse la frecuencia. Los lugares de muestreo serán inicialmente las estaciones de control que tiene el Servicio de Pesca para el control de celentéreos. No obstante, podrán incorporarse otras estaciones a demanda de otros organismos como el IMIDA, la UMU, la UPCT o el IEO.
Por otra parte, y con el objetivo de reforzar los trabajos que se llevan a cabo en los diferentes ayuntamientos costeros, también está en marcha una brigada (con cuatro personas, dos vehículos todo terreno y elementos auxiliares) para la limpieza de cualquier tipo de residuos que se encuentren en la zona litoral.
Las actuaciones se centran en los espacios protegidos de las Salinas de Marchamalo, Saladar de Lo Poyo, Marina del Carmolí, Playa de la Hita. Los trabajos, que se harán en horarios de mañana, de lunes a viernes, a lo largo de todo el mes de agosto, se llevan a cabo para ofrecer el mejor estado del entorno a los usuarios de las playas del Mar Menor.
