El jefe del ejecutivo murciano, Pedro Antonio Sánchez, destacó la importancia de la recuperación de los molinos salineros de San Pedro del Pinatar durante la visita que realizó ayer al Balneario Floridablanca, en la playa de La Puntica de esta localidad.
Para el presidente “el turismo hay que fortalecerlo ampliando, mejorando y haciendo más atractiva la oferta turística regional y del Mar Menor” y para ello, añadió, “la recuperación del patrimonio y nuestras señas de identidad hacen que la oferta turística y cultural se complemente, se complete y además se diferencie”.
El jefe del Ejecutivo regional destacó que estos molinos salineros “son los emblemas y la imagen del patrimonio histórico de San Pedro del Pinatar” y forman parte de “las tradiciones y referencias culturales de sus vecinos”. Asimismo, señaló que la puesta en valor de estas construcciones contribuirá a que el municipio sea “un destino turístico más atractivo, y eso se traduce en más empleo, más oportunidades y más visitantes”.
El presidente de la Comunidad explicó que para la rehabilitación del balneario y de los molinos salineros se ha previsto en los Presupuestos de la Comunidad una dotación global de ochocientos mil euros para los dos próximos ejercicios.
Las actuaciones de recuperación de uno de los molinos salineros ya han comenzado. En cuanto al Balneario, el proyecto de rehabilitación deberá basarse en la recuperación patrimonial del propio inmueble e incluirá también una amplia zona dedicada a un museo que girará en torno al Mar Menor, así como a los usos y costumbres ligados a este tipo de construcción.
El jefe del Ejecutivo murciano se refirió asimismo a otras actuaciones previstas en el área del Mar Menor, como el ya aprobado programa de Inversión Territorial Integrada (ITI) en la laguna salada o acciones como el paseo marítimo en La Manga, cuya ejecución se llevará a cabo el próximo año.
Las salinas de San Pedro y sus molinos ahora en proceso de recuperación conforma parte de la arqueología industrial salinera de la Región junto a las abandonadas instalaciones de las salinas de Marchamalo, en el extremo sur de La Manga, que aún no cuenta con ningún programa para su recuperación y puesta en valor.
