Hoy hemos publicado la noticia número 500 desde que iniciamos nuestra andadura mediática, justo cuando damos la bienvenida al follower 3.000 en las redes sociales. Esto supone una media de 2,8 noticias diarias publicadas por Diario de La Manga únicamente de nuestra zona lo que, como nos dijo un curtido periodista de Cartagena, “tiene mérito teniendo en cuenta lo pequeño del sitio y la poca gente que vivís allí todo el año”.
Mérito o no lo cierto es que nuestra zona genera muchas noticias no siempre cubiertas por los medios de comunicación regionales por razones evidentes: el área de influencia de los rotativos locales es muy amplio y se ven obligados a seleccionar las noticias descartando, muchas veces, cosas simplemente porque no tienen sitio.
Se nos han pasado (y se nos seguirán pasando) muchas noticias pero otras veces hemos sido nosotros los que hemos forzado a los ciudadanos, a la clase política y a la propia Prensa escrita a fijar su atención en algunos temas.
Por ejemplo, resultó clamoroso el ninguneo con que el Ayuntamiento de Cartagena trató a La Manga cuando diseñó las famosas visitas guiadas turísticas del portal Murciaturística para 2016: en el más puro mirombliguismo cartagenero decidieron que con incluir una visita al puerto de la ciudad bastaba, despreciando zonas mucho más necesitadas de atención como la nuestra.
Ningunearon Cabo de Palos, aun celebrándose este año el 150 aniversario del faro, prefiriendo usar el portal turístico que la Comunidad tiene para mayor gloria del siempre pulcro y mimado puerto.
El propio Ayuntamiento reconoció sin decirlo su propia dejadez para con su municipio: ni siquiera se molestó, como hizo el PSOE en la Asamblea Regional, en pedir una revisión de las visitas guiadas para deshacer el entuerto. Para qué, el puerto ya tenía su visitica.
Lo de FITUR rozó también el ridículo y nosotros “saltamos”. Ninguna de las actividades destacadas por los dos ayuntamientos (San Javier y Cartagena) se centraron en el lugar del que más dinero reciben: La Manga. El primero ni siquiera la mencionó en la primera nota de prensa que emitieron destacando los eventos más importantes (más tarde sacaron otra maquillando la anterior): prefirieron hablar de los pastelillos de la cierva y del carnaval de Santiago.
Luego, y ante el revuelo que liamos, cubrieron el expediente proyectando un vídeo de promoción (regular tirando a malo por convencional) y se fotografiaron junto a un pastel de chocolate a escala “del Mar Menor y del faro de Cabo de Palos” realizado por los estudiantes de la UCAM. Ni siquiera se molestaron en incluir en la populosa y bullanguera comitiva desplazada a Madrid a nuestra nueva y flamante alcaldesa pedánea, Carolina Pérez. Para qué, si la cosa iba de pastelillos y carvanales.
Y Cartagena a lo suyo. Modernismo y más modernismo (de la ciudad, claro, porque lo de que Lorenzo Ros construyera en 1932 las oficinas de Salinera Catalana les pilla lejos) que tuvieron que presentar en el stand de Caravaca por las habituales rencillas que tanto entretiene a la clase política cartagenera cuando se sienten ninguneados por “los murcianos”. No deja de ser curiosa esta apropiación del ninguneismo cuando les afecta a ellos y olvido del mismo cuando lo reclamamos desde el municipio.
Pero también hemos destapado que las mimadas Salinas de San Pedro recibe continuamente dinero del Gobierno regional (casualmente —sólo casualmente— ese Ayuntamiento y el Gobierno regional son del mismo partido) mientras ignora a las de Marchamalo, infinitamente más importante con una arqueología industrial, como decimos, completamente abandonada.
O la impresentable forma de actuar del SMS con los vecinos que frecuentan el Centro de Salud de Playa Honda: lo cierran sin dar explicaciones y sin ni siquiera molestarse en desviar las llamadas hacia algún sitio donde les atiendan. Semanas más tarde, improvisando como siempre y solo cuando DLM lo destapó, anunciaron que volverían a abrir pero… en barracones.
Por todo ello algunos foros ya reconocen el importante papel que cumple Diario de La Manga como portavoz mediático de la dejadez administrativa (local y regional) que sufren todos los vecinos del arco sur del Mar Menor.
Claro que siempre habrá quien piense que “no conviene” sacar los innumerables robos que sufrimos, las terribles consecuencias de la crisis en el sector turístico/empresarial ni la crítica situación en la que se encuentra un abandonado Mar Menor.
Pero DLM no puede (ni debe) vivir de espaldas a estas realidades. Queremos pensar que nuestra presencia forma parte de la solución.
Nos vemos en la noticia 1.000.
Mis felicitaciones. Adelante. A por las 5.000 !