Tal como escribí en mi pasado artículo en La Manga y en otros lugares me parece ver, algunas veces, obras de mi padre.
¿Por qué razón? Por pequeños detalles muy utilizados por él, las formas geométricas, las ventanas, la disposición de pilares o los pilotes, las gárgolas, y cierto conjunto de coherencias que todas agrupadas forman articulan un conjunto con una cierta idea “Bonetista”
Evidentemente, algunas veces acierto y muchas otras para nada.
En vida de mi padre, tanto a mi madre como a mí nos pasaba y era fácil, al llegar a casa se le preguntaba, así de cómodo.
Para mí, de pequeña era como un juego, no tenía mucha importancia, sin embargo, mi madre se enfadaba si mi padre le contestaba que sabía de la obra de la que hablaba, pero no era de él.
Para él era un cumplido inmenso que cualquier compañero arquitecto, hubiera añadido a su obra alguna solución pensada por él, y tranquilamente le explicaba a mi madre que, gracias a la vida, empezaba a tener seguidores, alumnos, y buscaban en sus obras la inspiración necesaria para solucionar problemas semejantes.
Alguna vez lo oí gruñir un poco cuando le copiaban algo fuera de contexto, y me explico.
En un edificio, no diré dónde, vimos una pared que creaba una celosía casi igual a la de su casa de La Ricarda, en El Prat de Barcelona, alternando ladrillos con cristales de colores, pero se dio cuenta que detrás había una pared maciza, que solo era un recubrimiento, solo era una decoración, a vista desde el exterior y sin otra función que “decorar” un defecto.
Curiosamente eso le enfadó bastante y nos explicó que le fastidiaba que hubieran utilizado un sistema tan bueno, pero muy caro constructivamente, para simplemente cubrir una chapuza de diseño anterior.
Su enfado era por la utilización engañosa o errónea de una solución correcta, no por la copia. Por no haber entendido el concepto de lo que había querido crear en su momento.
Como decía Picasso, la inspiración te tiene que coger trabajando. Si no, lo que haces es un copiar y pegar, muy poco auténtico aunque algunas veces, aparentemente bonito.
Todos los detalles que creaba cuando buscabas la razón de su ubicación, tenían sentido. En los Apartamentos del Club de Golf de La Manga, cuando fui a verlos, por cierto cuidadísimos y muy bien mantenidos, me llamó la atención un pequeño detalle que enlaza con lo que escribí sobre sus viajes en busca de soluciones, para modelos de clima similares.
Todas las gárgolas, o sea donde va a parar el agua de los canelones al suelo, estaban preparados para que justo debajo tuvieran un metro, más o menos, cuadrado, de plantas entre todo el pavimento, para que ese resto de agua tan necesaria, fuera la que ayudara a regar los puntos concretos del verde necesario a la entrada de los apartamentos, y fuera mucho más fácil y barato su mantenimiento.
Hoy en día, como es lógico, cada propietario a puesto sus plantas como ha querido, le ha sido cómodo o simplemente ya lo compró así. No es una queja, es un pequeño detalle de no fijarnos del porqué de las cosas, de no utilizar los pequeños detalles que tenemos en nuestro entorno para no malgastar agua, luz y no luchar contra la naturaleza, sino a favor de ella.
Cuando últimamente leo todos vuestros comentarios, todos lo que escribís en todas redes sociales, y con desagrado comprendo vuestras luchas, y me siento profundamente una más de vosotros y de vuestras reivindicaciones, creo que hay que molestar, hasta la extenuación a los políticos y todos aquellos que sean responsables de vuestros problemas, he insisto, hay que hacer una lucho nuestra, colectiva y reivindicatoria, con pequeños gestos, pero que se vean, incluso para los medios periodísticos, de movimientos vecinales, que puedan ayudaros a ser escuchados y a mejorar vuestras vidas cotidianas.
Con todo lo que os leo, creo que tenéis material para exigir y exigiros. Pero esto siempre va en ambas direcciones. Eso sí, tenéis que ir todos a una, como en Fuenteovejuna, y eso sí será un trabajo, pero creo que en cada tema encontraréis a personas especialistas en ayudaros, voluntariamente seguro, y que vuestros pequeños actos, tienen que ser pancartas de lucha, tenéis que ser ciudadanos de pleno derecho y buscar una a una, y por orden de prioridades, las batallas cívicas a emprender.
