La Manga y el cariño

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He regresado a mi casa, profundamente emocionada.

No solo por volver, después de tantos años a La Manga, sino por el cariño que he recibido en nombre de mi padre, por el inmenso respeto que se le tiene después de tantos años a pesar de lo poco que queda de su planes e ideas originales.

Pero es un orgullo sentir ese respeto por su obra, por el Plan que quiso realizar y por las obras que están todavía tan hermosas, gracias a sus propietarios, gracias a sus gentes, que como siempre son lo mejor de cualquier paraíso. Un paraíso sin personas que lo habiten, sin que sientan el orgullo de habitarlo, vivirlo y quererlo, deja de tener sentido.

Todos recordamos la imagen de aquella historia de qué ocurre en un bosque, si cae un árbol, paro nadie lo ve, nadie lo oye caer, se ha caído, evidentemente, pero no afecta a nadie personalmente.

No ocurre así en La Manga, sus habitantes tienen problemas, se sienten abandonados por sus autoridades, no tienen dónde conocer mejor su Historia, necesitan información y respeto.

Por eso el trabajo que hacen medios como Diario de La Manga es importante.

Hay pequeños detalles que me han llenado el alma de caricias. Cené en el Club Náutico Dos Mares y, en su uniforme, sus camisas tenían un anagrama de las pirámides invertidas como logotipo. Lo comenté al día siguiente y me contaron la historia de esas camisas y conocí al diseñador. Lo dibujó para el menú de una boda el novio y les gustó tanto que lo adoptaron como distintivo y creo que ahora lo van a mejorar. Está en las cartas del restaurante, en algunas servilletas y, con un poco de suerte, me lo harán llegar y os lo fotografiare para todos vosotros.

Me alojé en el Hotel Roc Doblemar, donde nos trataron a cuerpo de rey, con pequeños y grandes detalles que son de agradecer, valorar, efectividad, con la rapidez y premura de nuestros nervios para hacerlo todo lo mejor posible.

Después de la charla que dimos, abrimos un turno de preguntas para hacer participar a todos, y las preguntas me emocionaron. Sabían muy bien lo que querían, los que había sido y hacia dónde no querían ir como comunidad más. Tenían quejas muy razonables, responsables, realistas y lógicas. Creo que necesitan ser oídos y escuchados atentamente.

Los responsables públicos tienen en ellos, si son capaces de hacerlos partícipes, una ayuda inestimable y serían muy poco inteligentes si no utilizaran, en el mejor sentido de la palabra, de esa fuerza humana tan comprometida con mucho amor a su comunidad. Pocas veces los vecinos son tan activos y sienten como propia su Historia y su compromiso con su espacio vital. Creo que será una manera muy práctica hacerlos cooperantes necesarios para mejorar La Manga.

Comprendo y tengo que aceptar que el hecho de que haya dos ayuntamientos tan diferentes y bastante alejados de ellos es un problema muy complicado. Trabajar, discutir y luchar con una doble burocracia es muy complicado y por duplicado, ya es la posibilidad de que te toque un bingo, pero seguro que se consigue alguna solución.

Lo dije en su momento pero quiero dejarlo aquí por escrito. Mi humilde palabra, mi nombre y mi ayuda la tienen ya. Difundiré, apoyaré, buscaré ideas en cualquier lugar, ayudaré en lo que pueda… es un compromiso personal y transmitiré todas las ideas, crearemos espacios para que ellos puedan expresarse, votar, y elegir entre ellos, las ideas que puedan mejorar su día a día.

Pero la fuerza es la de ellos, jóvenes y menos jóvenes, todos aquellos que vinieron a darme la mano, un abrazo y unas palabras tan cariñosas. No puedo nombrar a todos, pero ya estáis en mí, he aprendido con vosotros, en ese rato compartido, mucho más de lo que podáis imaginar.

Vuestra amabilidad es toda una enseñanza de vida.

Conocí también al dueño de un restaurante maravilloso que guardaba la publicidad original de los Edificios Babilonia construidos por mi padre como un tesoro, y nos lo ha dejado para copiarlo, fotos de época e historias sobre ellas. Recordaba ese restaurante de la época de su padre, pero ahora no lo olvidare jamás, y ya no será un restaurante con nombre de película, ahora la película se llamará como el Restaurante, “Borsalino”.

Vi obras que creo que pueden ser de mi padre, me pondré a estudiar el tema y implicaré a los sabios sobre el tema de La Manga. A Juan Fernando Ródenas ya se lo he conté ayer.

El domingo, gracias a Idoia Carrillo pude visitar todo un grupo de más de cien apartamentos construidos por mi padre en La Manga Club de Golf, incluso gracias a la anfitriona y una dueña de casa, uno de ellos por dentro. Más amabilidad, generosidad y cariño imposible. Con una comida excepcional y unas vistas prácticamente de película, la charla y las anécdotas no pararon de surgir, siento haber sido tan egoísta con la palabra y agradecer que me dejaran hablar tanto. Todo un privilegio de comensales y de entorno.

Me faltarían páginas para seguir dando las gracias pero no será justa sino reconociera el esfuerzo de personas muy cercanas, mi hijo Cecilio, mi amigo Luis Barra (Luisito), Luis padre que hizo de niñero de mi perro y a Raquel y Miguel que me sacaron de un apuro complicado para mi a mi regreso.

Pero a los vecinos de La Manga, sentiros orgullosos, sentiros importantes, sentiros únicos, porque lo sois. Vivís en un paraíso habitado por gente afortunada, espero algún día poder unirme a vosotros pero, mientras, quiero deciros que sois formidables.

9 Comentarios

  1. Es una nueva alternativa, de ser oídos, solo dos puntos imprescindibles para mí: 1. Separar coches y personas, un paseo marítimo, abrirse al Mediterráneo.
    2. Cuidar el estado del agua del Menor, el secano es más sano.

    • Estoy completamente de acuerdo contigo…………creo que paseos cerca del mar, que lujo poder decir cualquiera de los dos, para peatones, creo que sería una gran mejora. Pero sois vosotros los que tenéis que decidir vuestras prioridades, yo puedo apoyaros, recogerlas y escribirlas y lo hare, pero por ahora no vivo ahí, así que solo puedo sugerir y apoyaros y tenéis mi respeto y espero que todo esto sea en principio de algo fantástico para todos.

  2. Gracias a ti Victoria, fue un auténtico lujo conocerte y que nos contaras esas historias tan magníficas de las fiestas que se celebraban en el hotel Galúa y por supuesto, gracias por la explicación impagable de la construcción de los apartamentos Atamaría, hoy Los Miradores.
    Esperamos volver a veros pronto, a ti y a Luis con su carrito de golf. 🙂
    Un beso

    • Gracias a ti Idoia, por tu amor, tu cariño, y sobre todo todas tus gentilizas. No me olvido de todo lo que te prometí. Y no es tan fácil, no te mando fotos, porque son de vergüenza y además creo que están tan bien guardados, que a primera vista no los he encontrado, pero seguiré y a tozuda no me gana nadie. Gracias así mismo por la espectacular comida, por dejarme la palabra en exceso, lo reconozco, y ahora que ya te he encontrado en el Facebook, allí me tienes. Un beso enorme y un beso a la dueña de casa del Bungalow que fue tan generosa de abrirnos su casa.

  3. Hola Victoria. Solo decirte que es un placer leerte. Soy miembro de una familia de trece hermanos que empezamos a veranear en La Manga en los años 70 cuando compraron mis padres un bungalow en la fase dos y tres pisos en la torre de Navarra. Mi madre de 94 años sigue pasando largos veraneos en La Manga en su querido y bien construido Bungalow. Mis hermanos tienen barcos en el Tomás Maestre y de alguna forma u otra todos tenemos una gran parte de nuestro corazón en La manga donde muy cerca, en San Gines de la Jara, enterramos hace treinta años a mi padre, amante del mar y de La Manga, para que según sus palabras, pudiera ver el mar «incorporándose un poquito».
    La Manga sigue siendo para mí no solo un destino sino parte de mi destino. Cada vez que viajo a La Manga toda la película de mi vida pasa delante de mis ojos conforme voy avanzando por la carretera que me lleva al final de la misma, a Veneciola, donde mi hija tiene un apartamento.
    Seguramente mi padres conocen a los tuyos porque por aquellos años tenía de socio en sus negocios publicitarios a Emilio Malumbres y juntos salían con Ricardo Pardo, con cuya hija Cherre también salíamos nosotros y más de una velada pasamos en el Galua. Noches de guitarrasy barbacoas y noches de navegación en barco por el interior del mar menor pero siempre noches estrelladas y noches inolvidables. Me alegra mucho leer a alguien que me hace recordar estos sentimientos que para mí son mi vida misma. Me parece estupenda la idea de aflorar todo lo que se pueda a todos los niveles sobre las bondades de La Manga. Mi padre hizo algún folleto publicitario para Tomás Maestre con el concepto de «La manga un paraíso entre dos mares» que debe danzar por casa. Si lo encuentro lo mando. Gracias y un beso.

    • Que bonito y sobre todo emotiva toda esa historia, solo esa historia merecería todo un capitulo en la historia de La Manga, tus padres, tus hermanos y tú la creasteis, no solo los arquitectos y los promotores, son las personas las que hacen grandes los lugares, estas historias, más grandes o más pequeñas, son las que forman el carácter de un lugar y su idiosincrasia. Un gran abrazo y espero conocer tu historia delante de un vino cerca del mar.

  4. Me gusta saber cosas de La Manga. La vi por primera vez hace 50 años y desde entonces he ido casi cada año a disfrutar de sus mares y sus aguas. Hago una llamada de socorro en bien del mar Menor, que se tomen las medidas necesarias para «sanarlo». Que cese la agricultura extensiva y que nos conciencemos todos nosotros en su cuidado y hagamos oír nuestras voces para que también los políticos cumplan con sus resposabilidades

    • Creo que tienes toda la razón, los políticos, todos cobran de nosotros para cuidarnos y solucionar problemas, y creo que algunas veces los crean ellos mismos y el sentido común no lo conocen mucho.
      Si mi persona, mi nombre pueden ayudaros, aquí me tenéis, y como he contestado antes a Idoia ,soy muy tozuda. Siempre que tengas una queja, una idea que quieras compartir, aquí tienes esta página para hacerlo, un gran abrazo.

  5. Todo os lo debo a vosotros, siempre la comunicación es de ida y vuelta, sobre el trabajo de los arquitectos, conociendo las dificultades que sufren, me cuesta mucho ser critica con ellos, pero sin embargo culpo mucho más a las administraciones, que son los que tendrían que celar por nuestros intereses y nuestro bienestar! Un abrazo, espero poder regresar con más calma, pero gracias a las redes sociales, espero que nos encontremos y seguir “charlando” Un abrazo y recuerdo muy bien tu pregunta, y repito mi respeto.