MC considera necesario reconvertir la agricultura y el urbanismo para hacerlo compatible con el Mar Menor

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El representante de MC, Jesús Giménez, considera que se hace necesario suprimir las prácticas "insostenibles" en agricultura y urbanismo en torno al Mar Menor / MC

Para MC la solución al Mar Menor «pasa por aprovechar sus potencialidades con una reconversión que debe incluir a la agricultura, la minería y el urbanismo» al considerar que la Comarca tiene «un patrimonio medioambiental único» que no debe dejar de desaprovecharse.

Según el representante de la citada formación, Jesús Giménez, «sólo con una estrategia coordinada y conjunta de las distintas administraciones se puede conseguir mejorar ese entorno para disfrute de las generaciones venideras y también como motor económico, que lo es».

Para Giménez, la Sierra de Cartagena, también conocida como Sierra Minera, «debe recuperarse, inventariando el patrimonio industrial y estudiando el estado de las explotaciones y concesiones para, en su caso, obligar a los propietarios privados a recuperar los terrenos medioambientalmente».

Un nuevo modelo de desarrollo urbanístico

«La agricultura debe racionalizarse -ha añadido- creando una marca de calidad en aquellas explotaciones que puedan mantenerse con criterios medioambientales sostenibles», ha señalado Giménez.

«El mercado internacional valora esta agricultura sostenible, y nuestros agricultores han mostrado en todo momento su disposición a cumplir con las medidas que se les impongan, siempre que estén sustentadas en criterios de optimización y respeto al medio ambiente».

MC también considera que el urbanismo «necesita un planeamiento que lo racionalice y ayude a mejorar el entorno, sin renunciar al turismo. La clave entendemos que está en la calidad».

«El Plan General de 1987 contemplaba desarrollos turísticos de calidad de modo ambiguo. Ahora hay que delimitar las zonas donde puede construirse, reduciendo sin duda la superficie, la altura y la afectación paisajística, ofreciendo a los propietarios e inversores unas normas que permitan desarrollos urbanísticos limitados, con repercusión positiva al entorno y alternativas de explotación de atractivos naturales como la Cueva Victoria, las Salinas de Marchamalo o patrimonio industrial como las minas, además de incentivos fiscales como compensación a la necesaria renuncia a parte de sus derechos urbanísticos».

La formación afirma que la sociedad «ha cambiado» y que ahora se les pide a los políticos que dejen de fomentar las prácticas insostenibles.

Giménez concluye afirmando que es necesario que las administraciones central y regional «se vuelquen en Cartagena y el Mar Menor como lo hemos hecho todos con Lorca durante estos años, con presupuesto y con decisiones y planteamientos audaces, que permitan ofrecer a los inversores alternativas rentables en lo económico que no pasen necesariamente por la agricultura y el urbanismo intensivo, apostando por la calidad de vida como atractivo de un marco incomparable que nos ha ofrecido la naturaleza».

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