CTSSP: «Los barrios se caen en pedazos y el Gobierno municipal mira para otra lado»

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CTSSP critica el abandono municipal de muchos barrios, pueblos y diputaciones.
CTSSP critica el abandono municipal de muchos barrios, pueblos y diputaciones. / JLD

Cartagena Sí Se Puede (CTSSP) denunció ayer viernes el estado inaceptable en el que se encuentran muchos barrios y pueblos del municipio cartagenero «con un inaceptable retraso en obras prometidas y las excusas de falta de personal cuando ya han pasado casi dos años desde que asumiera el Gobierno».

La portavoz del grupo municipal, Pilar Marcos, ha declarado a Diario de La Manga que en zonas como La Manga y Cabo de Palos «aún es más sangrante esta dejadez en la medida en que ni siquiera se ha puesto en marcha la Junta Vecinal del Rincón de San Ginés».

Marcos ha añadido que los contactos mantenidos por su grupo con diversos colectivos vecinales y asociaciones, ha puesto de manifiesto que «los barrios de Cartagena siguen tan abandonados y ruinosos como estaban cuando gobernaba el PP».

«Resulta inadmisible la política de inversiones del nuevo Gobierno  -añade CTSSP- caracterizada por innumerables promesas que quedan en nada. Más indignante es aún el retraso de la inversión prometida de 1,5 millones de euros aduciendo la falta de funcionarios».

Poco dinero para barrios y pueblos

«Las carencias del presupuesto anterior, sumado a la desastrosa planificación para este año, dan como resultado unas partidas insignificantes para barrios y diputaciones, migajas que ni siquiera llegan a ejecutarse. A esto hay que sumar la paralización de la reforma del Reglamento de Participación Ciudadana, una descentralización inexistente y una asimetría presupuestaria entre barrios y diputaciones que genera grandes desigualdades».

El grupo municipal de CTSSP exige soluciones urgentes y anuncia que llevará al próximo Pleno iniciativas para poner de manifiesto ese lamentable estado solicitando que se haga caso a «sus necesidades y demandas históricas» y pide un cambio de rumbo urgente, que requiere poner el presupuesto al servicio de la gente, liberando partidas para inversiones, haciendo efectiva una descentralización con recursos adecuados y parando la sangría económica que generan las grandes contratas del municipio.