El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, y el concejal de Turismo, Antonio Martínez se reunieron ayer en el Ayuntamiento con los representantes de Hostetur, Hostecar y otros empresarios hosteleros con los que «trabajarán —añade una nota de la propia Corporación— para llegar a un documento detallado con el que sellar el acuerdo final entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Agua, para dar una solución legal al turismo de bodas en La Manga».
Los representantes municipales trasladaron a los empresarios el contenido de la reunión que mantuvieron recientemente en la sede del Ministerio, en Madrid, con el Secretario de Estadio de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, y la Directora General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Raquel Orts, en la que se llegó a un acuerdo para que el Ayuntamiento se responsabilizara de las correspondientes autorizaciones en dominio público marítimo-terrestre.
El alcalde explicó que se trata de cerrar «un protocolo para la concesión de este tipo de permisos de ocupación del dominio público marítimo-terrestre en el que se recoja un catálogo de playas aptas, así como franjas horarias, metros máximos de ocupación, usos y temporadas en las que se puedan conceder el permiso correspondiente con la máxima garantía legal», por lo que se les emplazó a aportar sus sugerencias al respecto.
Los representantes empresariales y hosteleros implicados en el turismo de bodas manifestaron su satisfacción por ver una solución cercana a una problemática que padece una laguna legal en un nuevo tipo de turismo, el de bodas, que ha elegido La Manga como uno de sus destinos favoritos.
José Miguel Luengo reiteró su defensa del turismo de bodas ante los empresarios y recordó que un estudio, encargado por el Ayuntamiento, sobre el impacto económico de la celebración de eventos en el espacio marítimo terrestre de La Manga cifra en más de tres millones de euros la repercusión anual que tienen por ocupación hotelera, hostelería, empleo, y el consumo diverso que implica una celebración de este tipo.
Luengo agradeció el esfuerzo empresarial en este sentido «ya que el turismo de boda —añade— contribuye a la desestacionalización del turismo puesto que la temporada de bodas no coincide con la denominada temporada alta, tal y como recoge el citado estudio».
