La vigilancia de la costa también se hace por tierra y no siempre acaba bien.
El domingo por la mañana una unidad de la Guardia Civil acabó enterrada en la arena cuando se disponían a acercarse a un coche sospechoso que se encontraba de madrugada a orillas de la Playa de Levante de Cabo de Palos.
Las algas tapadas por la arena provocó el hundimiento de las ruedas y la necesidad de recurrir a una grúa para sacar el vehículo de la playa.