La semana pasada Leticia Moreno estuvo en el Auditorio de El Batel de Cartagena ofreciendo un concierto, que esta semana repetirá con la Hallé Orchestra en Manchester, y Diario de la Manga tuvo ocasión de mantener una entrevista con ella.
Sorprendentemente, y a pesar de haberse pasado desde muy pequeña viajando y aprendiendo a tocar el violín y el piano en el extranjero, conocía nuestra costa…
LM: “…mi abuelo –señala- tenía una casa en Torrevieja y veníamos a pasar muchas vacaciones de Semana Santa hasta los once o doce años haciendo excursiones a las playas cercanas incluido el Mar Menor”.
DLM: Ha pasado ya algo de tiempo. El Mar Menor ya no es lo que era…
LM: “Es una lástima. Creo que, como pasa con la Cultura, la Música… querer hacerlo todo tan rápido, atropelladamente y sin reposar, acaba perjudicándolo todo. En la vida no hay atajos y el Mar Menor necesita su tempo. Un tempo que la Naturaleza conoce perfectamente y que no se puede alterar ni forzar”.
Leticia Moreno sabe lo que es tener paciencia y cosechar frutos a largo plazo. Empezó su carrera musical a los tres años en Boston (EEUU) aprendiendo a tocar el violín y el piano con el método Suzuki, un sistema de aprendizaje que, bien trabajado, es sorprendentemente fructífero…
LM: “Se trata, simplemente, de dejar que el niño de forma intuitiva, lúdica y atractiva se acerque al instrumento musical y vaya despertando en él el amor a la Música. Es un método fabuloso, como lo es también el Montessori en otras áreas del Conocimiento. La constancia viene después, cuando acabas amando la música que es cuando ya no te importa dedicarle el tiempo que haga falta porque lo haces con placer”
A los cinco años ya daba recitales y a los doce, cuando dejó de visitar nuestra tierra, empezaron los conciertos por todo el mundo y el acercamiento al maestro Rostropovic, «mi mentor», como lo llama con cariño.
DLM: ¿Es necesaria la Cultura musical?
LM: “Creo que es tan necesaria como lo es la comida. El alma, sin música, no puede vivir. Y eso lo compruebo en los conciertos que doy como el último de Cartagena. La música clásica, además, en una música muy potente que debe acercarse a los niños desde la escuela para que luego, de adulto, sepan disfrutarla y valorarla. No puede faltar esa Educación en los colegios”
Leticia Moreno, en la actualidad, ha puesto en marcha un proyecto personal, “Músicos con Unicef”, dedicado a llevar la música a los países en vías de desarrollo. Algo parecido a lo que ya hiciera Carmen Conde en sus Misiones Pedagógicas cuando se acercaba a Cabo de Palos a ponerles música a los hijos de los pescadores durante los años previos a la Guerra Civil.
LM: “Debemos ser conscientes que existe otra sociedad, aún pendiente de disfrutar de nuestros privilegios, a la que hay que devolverles mucho de lo que le hemos quitado. Tenemos que cambiar la forma de actuar ya que si seguimos ignorando sus problemas salimos todos perdiendo, tanto ellos como nosotros”.
Reconoce Leticia que la decisión de involucrarse más en actividades solidarias como esta de Unicef nació y fue creciendo de la mano de su hijo de nueve años…
LM: “Tener hijos te hace ver las cosas de otra forma. Tenemos que aceptar que existe una responsabilidad generacional, que hemos hecho mal algunas cosas, y pensar en el modelo de planeta que van a heredar”
DLM: ¿Piano o violín?
LM: “Sin duda el violín. Es un instrumento muy exigente con poco margen de error. El piano es un instrumento que amo y con el que colaboro regularmente. No obstante siempre tuve debilidad, desde mis inicios al sonido humano, íntimo y personal del violín.”
