“Todavía falta concienciación si queremos mejorar la situación de Calblanque. Esto es de todos”

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El presidente de la Asociación de Vecinos de Las Cobaticas y Las Jordanas, José Benedicto.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Las Cobaticas y Las Jordanas, José Benedicto. / P.C.

José Benedicto es posiblemente uno de los mayores expertos en conocer la situación actual del Mar Menor. Ha sido veinticinco años investigador del Instituto Español de Oceanografía y ha visto la evolución que ha tenido la laguna salada hasta la actualidad. Miembro de la Plataforma Pacto por el Mar Menor, se considera amante de la naturaleza y es desde hace dos años el presidente de la Asociación de Vecinos de Las Cobaticas y Las Jordanas, donde vive en plena naturaleza. Se trata de un lugar idílico en el interior del Parque Natural de Calblanque, donde residen apenas 15 vecinos que están contentos con la limitación de vehículos que ha tenido el parque natural este verano. Creen que se debe limitar el paso de vehículos también en junio y septiembre para ayudar a conservar uno de los mejores rincones del Mediterráneo.

– Usted es uno de las grandes referencias para conocer la situación del Mar Menor. Estuvo en Bruselas hace semanas para explicar el problema, ¿Cómo fue todo?

– Intentamos aprovecharlo. Es bueno que le quiten protagonismo a la comunidad regional y venga una instancia superior como la Unión Europea y pueda intervenir para solucionar el problema. Ya en los años ochenta había un problema y se expuso en unas jornadas sobre el Mar Menor que se organizaron en el centro oceanográfico de Murcia. De eso hace 36 años y seguimos igual porque los vertidos, las obras, las infraestructuras como puertos y espigones han sido muchos.

– ¿Existe solución a los vertidos?

– Los vertidos se solucionan con depuradoras y se invirtió mucho dinero, pero cada vez que se rompen las conducciones, el vertido va al Mar Menor. Se ha invertido, pero a lo mejor ya está caduca y requiere un mantenimiento. Por ejemplo, el agua que sale de La Manga a la depuradora de Arco Sur está salinizada porque hay entradas de agua marina por algún lugar por lo que el agua cuando llega a la depuradora al ser tratada hay que quitarle la sal. Primero fueron las aguas residuales pero como fue cambiando la agricultura de la zona también influyen las escorrentías que meten agua de lluvia y tierra. Cuando llueve torrencialmente, que también tiene culpa el cambio climático, el agua entra con tierra, que tiene abonos su materia orgánica y eso influye. El vertido cero no sólo debe ser de agua en tuberías sino del agua escorrentía y eso se debe evitar. Es un buen ejemplo lo que sucede en Mar de Cristal y Los Nietos. Las ramblas de esta zona acaban en el Mar Menor y eso arrastran minerales, metales pesados y eso hay que evitarlo.

– ¿Se llegará al vertido cero?

– Tiene que llegar. Es muy difícil porque aparte del agua que entra por los conductos, hay entrada de agua subterránea al Mar Menor que creo que está estimada en 64 hectómetros cúbicos. Esto quiere decir que por mucho que se quiera, la conexión subterránea ya tiene nitratos y es difícil de evitar. Eso contribuye al que el problema sea más difícil de solucionar. Es complicado. Primero hay que parar de tirar al mar cualquier vertido, para evitar que se reproduzca el fitoplancton.

– El gobierno regional siempre ha dicho que el agua es apta para el baño

– No sabemos los análisis que están haciendo. Se supone que Sanidad dice que es apta, que el Mar Menor reúne las condiciones pero hay pérdida de la calidad del agua. Eso es evidente y yo dudo de lo que decía la comunidad. Una cosa es que sean aptas y otra excelente, que es lo que decían este verano.

– Usted vive en Las Cobaticas todo el año, los que conocen la zona dicen que es un paraje idílico.

– Llevo desde 1978 viviendo aquí. Vivía en Cabo de Palos y esta zona la conocí andando y me gustó mucho. Aquí iba una discoteca y se quería urbanizar para 50.000 personas y el Ayuntamiento de Cartagena les denegó el agua y no había manera de solucionar este problema. La luz vino hace diez años y en el agua estamos en negociaciones con el Ayuntamiento y la dirección general del Agua, que es la que se va a encargar, que nos han dicho que a lo mejor el próximo año empezarán las obras. Ahora tenemos agua que las traen con cubas y la depositan en aljibes. Se traen unos 6000 litros y se supone que eso nos debe durar 20 días. Hay veces que nos quedamos sin agua y tenemos una dependencia grande con este servicio. En la época en la que estamos no es de recibo no tener agua.

– Qué prioridades tienen en la zona?

– El agua, que tengamos un suministro. El arreglo del camino de las Cobaticas a Los Belones que está en mal estado desde hace varios años, aunque ya nos han dicho que se va a mejorar y dentro de poco nos darán a conocer cómo se va a hacer. El problema de la incomunicación también es importante porque no tenemos teléfonos. Internet tengo porque una empresa puso una antena que sirve como receptor y emisor para el resto de vecinos, pero con esto evitamos un poco el aislamiento. También por precaución por si pasa alguna cosa. Somos 7 casas, es decir unas quince personas como mucho.

– ¿Qué es lo más bonito que tiene Las Cobaticas y Las Jordanas?

– Lo diferente es que aquí se ve el mar, y la influencia marina que tiene en la zona. Además, en lo poco que llueve es bonito ver el rocío en las plantas y hay mucho verde y la gente se sorprende por eso. Aquí tenemos resto del bosque mediterráneo como el palmito, lentisco… se vive en plena naturaleza. Son restos que quedan del bosque porque desaparecieron las encinas y los alcornoques. Por eso si quieres ver el bosque mediterráneo tienes que ir a Extremadura, aunque parezca raro. Aquí ya no existe, y hay muchos pinos pero el paisaje es muy bonito.

– Este verano se ha limitado de nuevo el acceso de vehículos al parque. ¿Qué le ha parecido?

– Estamos contentos por el plan que se ha aplicado este año porque el año pasado fueron cerca de 50.000 coches en julio y agosto y unas 150.000 personas. Uno de los mayores problemas que tenemos aquí es que los coches van muy rápidos y la gente debería concienciarse porque hay una señalización. Se ha hablado con el director del parque el conseguir que los coches vayan más despacio, para poner más señalización y reductores de velocidad como en el que se ha puesto en Las Jordanas. Ha sido bueno porque se ha vuelto al transporte público, aunque el autobús no nos parece que sea el medio más adecuado porque es muy grande y por su tamaño arrastra mucho polvo. Nuestras propuestas han sido utilizar un medio más blando como algún trenecillo donde los visitantes vayan abiertos y pueden ver el paisaje. No obstante, es evidente que la comunidad ha puesto este año más interés.

– ¿Han solicitado que se amplíe la limitación?

– Hemos solicitado que amplíen tanto junio como septiembre la limitación al parque. En septiembre comenzaron a venir muchos coches porque todavía hace calor y la gente viene. Es una pena que en este mes se pierda todo lo que se ha hecho en verano. Ha habido una invasión y eso se debe reducir. Este año ha habido una mejor organización y este el camino de conservar la zona. El número de personas que pueden entrar en el parque se llama capacidad de carga y está estimado en 1.500 personas en un momento dado. Es el máximo. Si a las doce de la mañana entran esa cantidad, ya no pueden entrar más. Eso se calcula en función de las playas y este año ha habido levante y se han quedado más pequeñas y queremos que eso se recalcule porque no puede ser un número fijo y ese numero debe variar en función de la superficie de arena. Cada año se debe calcular la superficie de carga de nuevo. Este año no se ha superado esa cifra gracias al autobús. Los ecosistemas de dunas son muy frágiles, no soportan un pisotón.

– ¿Qué ocurriría si no se hubiera controlado los accesos?

– Atropello de especies como lagartos, conejos, serpientes, erizos y todo bicho viviente. Perdida de diversidad y afectaría de los ecosistemas dunares, que tienen mucha importancia. Son únicas en la zona, y eso entra en conflicto con los bañistas porque si el espacio es pequeño pasan por las dunas, la pisotean y la destrozan. Por mucho que se haga, la gente sigue sin seguir las guías señalizadas, sin atender a las indicaciones. Hace lo que le da la gana. Falta concienciación para poder mejorar Calblanque. Esto es de todos. La educación ambiental es fundamental.

– ¿Se podría cerrar Calblanque todo el año?

– Propusimos que se cerrara por partes. Es difícil que se haga todo el año porque hay un derecho de la ciudadanía de poder acceder a la costa. Propusimos por partes porque el acceso a las playas Este, no estuviera comunicado con las otras playas. La duna fósil y las salinas son las zona más importantes del parque, es como la reserva integral y no tiene sentido que en ese camino estén continuamente pasando coches y otro problema es que los suelos se inunda porque en esa zona el agua no filtra y se acumula el agua. Los vehículos lo intentan evitar y amplían el camino y eso es perjudicial. Eso es un deterioro continuo. Se han puesto cancelas y se han cerrado trozos y se consigue dar un descanso al ecosistema. Con eso se puede ir recuperando la flora y la fauna de la zona.

– ¿Cuál es el siguiente paso para mejorar el parque?

– Que se amplíen la limitación de vehículos a varios periodos como en Semana Santa donde vienen muchos vehículos. Se debería cerrar por zonas y eso mejoraría bastante. Además, el parque tiene redactado el PORN, el Plan de Ordenación de Recursos Naturales, pero le falta el PRUG, el Plan Rector de Usos y Gestión. Este establece las actividades del parque como las ecuestres, escaladas, ciclistas y las regula y les pone límites. El inicio de una mejor gestión sería necesario que este año se redacte este año porque facilitaría enormemente la gestión de la administración.