El Vicealmirante de la Armada, Marcial Gamboa Pérez-Pardo (Las Palmas, 1958), pasó los veranos de su infancia en uno de los primeros edificios de apartamentos que se construyeron en los sesenta, al lado de Correos en Cabo de Palos, y subir a la linterna del faro tantos años después ha sido, como él mismo dice, un entrañable viaje en el tiempo.
“Recuerdo como si fuera ayer los paseos que hacía con mi padre por los caminos de tierra hasta llegar al faro, o a las innumerables calas donde buceábamos, y siempre –señala con nostalgia- usábamos el faro como referencia”.
Actualmente, y desde 2015, es el almirante jefe del Arsenal de Cartagena (ALACART) pero sus innegables ocupaciones profesionales no le ha impedido aceptar la invitación que Diario de La Manga le realizó para mantener una entrevista en lo alto del faro y conmemorar así esos 151 años que lleva ya operativo.
“Subiré encantado los 253 escalones”, afirmó nada más llegar.
Tras hablar de algunos hitos históricos navales de primera magnitud sucedidos en estas aguas como el encuentro de los reyes Alfonso XIII y Eduardo VII de Inglaterra en 1907, a bordo del Giralda y el Victoria & Albert (hay un excelente cuadro de Antonio de Caula y Concejo conmemorándolo); la primera batalla naval del Cantón sucedida en 1873, con “la Numancia” al frente; o el curioso secuestro de un alcalde de Cartagena, el licenciado Monreal, en 1573, iniciamos la entrevista reconociendo que ahora, estas aguas, “están más tranquilas”…
“Sin duda —afirmó— ahora nuestro cometido de vigilancia y defensa del país está lejos de aquí”.
DLM: ¿Qué misiones está llevando la Armada ahora mismo en el extranjero?
MGP: “Hoy en día la Fuerza Naval se divide en Fuerza de Infantería de Marina, Fuerza Naval propiamente dicha y la Fuerza de Acción Marítima. Y en los tres casos somos un instrumento de apoyo en misiones allá donde la política exterior española nos lo demande. Ahora mismo tenemos despliegue de efectivos en Afganistán y en el golfo de Guinea, por ejemplo. Pero, además, hay agrupaciones permanentes de cazaminas y fragatas en la OTAN, dirigiendo ahora mismo un almirante español la fuerza del Atlántico; un barco en las aguas del Índico en Somalia, por los conflictos de piratería que sufren nuestros compatriotas pescadores; y en el Mediterráneo central una unidad de apoyo a las operaciones de control de tráfico de la inmigración causado por la tragedia de Siria».
DLM: Y el Hespérides…
MGP: “Efectivamente, y con base en Cartagena. Para la Armada este buque de investigación es la continuación de la antigua e importantísima vocación científica de la Marina Ilustrada del siglo XVIII, donde aparecen destacados marinos y científicos de la talla de Jorge Juan, por ejemplo. El Hespérides es un proyecto conjunto entre la Armada, el Ministerio de Economía y el CSIC y este año ha servido incluso para difundir la Cultura española al acceder a una petición que nos hizo la Asociación de Peregrinos para que el peregrinaje a Santiago saliera desde la Antártida, desde la base española Juan Carlos I. Y así lo hicimos, nos dieron La Compostela y desde allí la han traído».
DLM: ¿Los submarinos siguen siendo un arma necesaria?
MGP: “El submarino es una unidad naval con un potencial brutal y con una contribución a la defensa nacional decisiva. Todas las grandes potencias tienen submarinos porque son armas discretas y muy disuasorias para recoger información directa en el lugar del conflicto. Si queremos estar en el concierto de las Marinas internacionales debemos tener este arma como así lo hemos hecho desde hace ya cien años”.
DLM: Y Cartagena su base…
MGP: “La Armada tiene distribuida su fuerza en tres bases en toda España y Cartagena, además de un gran número de barcos de la FAM, acoge los cazaminas y submarinos. Afortunadamente, tenemos una industria como Navantia con una importante especialización dirigida hacia estos barcos».
DLM: ¿Hay que remodelar el Arsenal para los nuevos S-80?
MGP: “Que duda cabe que el reto tecnológico y de infraestructuras que nos ofrece los submarinos S-80 es bestial. Fabricar submarinos es una tarea que muy pocos países en el mundo se atreven a hacer. Se pueden contar con los dedos de una mano y los que lo hacen han tenido problemas muy serios con sus prototipos como nosotros hemos tenido. Francia y EEUU, por ejemplo, han llegado a perder unidades. Pero el Arsenal debe estar preparado para recibirlos a principios de la próxima década adaptando fosas, apoyando los talleres de torpedos… será un impulso tremendo a la industria local».
DLM: Cartagena está recibiendo gran cantidad de turistas y muchos guías lamentan no poder enseñar el Arsenal por dentro…
MGP: “Me encanta que me haga esta pregunta. El Arsenal está siempre abierto al público y quiero trasladar a la opinión pública y sectores que puedan estar interesados que cualquier persona o grupo puede solicitar su visita a través de la Asociación de Defensa. Tenemos incluso guías para enseñárselo. Como usted comprenderá el único requisito es garantizarnos la seguridad del recinto y de los visitantes pero para eso ya tenemos un protocolo de visitas totalmente operativo”.
DLM: La Armada también se encarga de la custodia del patrimonio subacuático
MGP: “Este es un tema de rabiosa actualidad. Nosotros consideramos que allá donde haya un barco hundido que tuvo pabellón español es un trozo de España y, por lo tanto, allí estaremos nosotros para proteger esos restos».
DLM: Una última cuestión ¿Qué le parecen las vistas desde la linterna del faro?
MGP: “Son unas vistas extraordinarias porque, desde un punto de vista estrictamente personal, he buceado todas estas calas con mi padre en los años sesenta cuando veraneaba en los apartamentos Las Calas y veníamos de excursión hasta el faro. Y, desde el punto de vista profesional, porque Cabo de Palos es una referencia internacional para la navegación del litoral mediterráneo. No olvide que su luz tiene un alcance de más de veintitrés millas y merece, desde luego, el reconocimiento que le estáis haciendo».
