Apareces en este mar
como una sirena.
Tienes distintos nombres:
Aire, Sol, Luna,
Tierra, Deseos, Calor, Brisa,
Esperanza, Paz…
Formas parte
de un entorno que embriaga
de dicha, de paciencia,
de búsqueda para perdernos…
Hay sugerencias, insinuaciones,
sentimientos que nos ganan y nos pierden,
y en esa polivalente interpretación
nos emplazamos con fe
para el futuro desde el presente que encanta.
La vida es fuente de fortuna
si la miramos y puntualizamos así:
lo cierto es que tenerte
en este rincón idílico, extraordinario,
es la base para una alegría
que supera todo.
La playa en la que estoy,
a la que tú pones nombre,
es, en invierno y en verano,
el fundamento de mi existencia.
Es más: por ella, me sé vivo
de verdad, sin halagos innecesarios
ni exageraciones vacías.
Das contenido a los días,
y eso es un tesoro incalculable
que expongo para que salgamos
de la ceguera por unas materias
que aquí se mejoran con la Naturaleza.
¡Y tanto!
Juan Tomás Frutos.