La Manga y el orden

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Pocas veces un arquitecto puede comenzar de cero a hacer una obra. Es un privilegio en sí mismo.

Poner orden a la nada, crear donde solo hay naturaleza., es además mucha responsabilidad. No solo para hacerlo bonito, agradable, sobre todo útil, habitable para el hombre y sabiendo que esa obra tiene que sufrir el paso del tiempo, la dura prueba de la mano del hombre y sus rápidas mutaciones en sus hábitos.

En el fondo, creo que hay que saber que estás creando una manera de moverse, una manera e comportarse, de caminar, una manera de vivir.

La educación del arquitecto, del urbanista es poner en orden el caos, o la nada.
Cada uno tiene sus referentes, sus ideales, y mi padre no sería en esta para nada diferente.

Se educó en una época donde la planificación sobre el “Cómo vivir” tenían referentes modernos básicamente en dos maneras, no tan diferentes para mi, el Movimiento alemán de principios del Siglo XX, La Bauhaus.

“La Staatliche Bauhaus (‘Casa de la Construcción Estatal’), o simplemente Bauhaus, fue la escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y cerrada por las autoridades prusianas en manos del Partido Nazi.”

Y, naturalmente, Le Corbusier.

Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido a partir de la década de 19201 como Le Corbusier (La Chaux-de-Fonds, Cantón de Neuchâtel, Suiza; 6 de octubre de 1887-Roquebrune-Cap-Martin, Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia; 27 de agosto de 1965), fue un arquitecto y teórico de la arquitectura, urbanista, diseñador de espacios, pintor, escultor y hombre de letras suizo nacionalizado francés en 1930.

Es considerado uno de los más claros exponentes de la arquitectura moderna (junto con Frank Lloyd Wright, Oscar Niemeyer, Walter Gropius, Alvar Aalto, Richard Neutra, Ludwig Mies van der Rohe y Theo van Doesburg) uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Además de ser uno de los más grandes renovadores de la arquitectura moderna, fue un incansable agitador cultural, labor que ejerció con pasión a lo largo de toda su vida. Con sus escritos se ganó una merecida fama de polemista y aportó un verdadero caudal de ideas innovadoras que han hecho que su obra influya decisivamente en la arquitectura posterior.

Con este último mi padre trabajó dos años en el Paris, de junio de 1936 hasta su traslado a Argentina en 1938. Colaboró muy libremente en la famosa Maison Jaul, junto al arquitecto y pintor argentino Roberto Matta.

Su trabajo en el Congreso de la Arquitectura Moderna del Patris II de 1933 donde se redactó la “Carta de Atenas”, teniendo 23 años, lo marcarían para siempre.

La Manga le produjo ese sueño y ese sueño esperado, ese vértigo del vacío delante de ti, que sabes que solo estás tu o el vacío…

Su sueño fue crear cada kilómetro, más o menos, dependiendo de la topografía, un núcleo donde se juntaran los edificios altos, los hoteles, los edificios públicos, los servicios, de manera que cualquier habitante como muy lejos, tuviera a 500 metros caminando todo lo necesario para su vida cotidiana.

Entre estos centros, casas bajas, máximo dos plantas, alguna con tres, dependiendo de la zona, pero todo muy bajo, elevadas sobre el suelo de arena y creando sombra para el hombre, creando micro climas, donde el viento pudiera ayudar a bajar las temperaturas, creando núcleos de vida vegetal apropiados para quitar aridez al entorno.

Donde muchas de las carreteras fueran elevadas y las personas, y la dunas fueran mucho más libres. Caminos para viandantes como veredas de madera entre un mar y el otro. Donde ese orden fuera repetitivo sin ser monótono, creando leyes de ordenación propias de la comunidad, sobre parcelas mínimas, alturas, usos y circulación peatonal y vial.
Claro que su encargo fue crear una ciudad para 30.000 habitantes, después para 60 o 70 mil.

Su vacío se convirtió en un agujero negro donde ni las islas artificiales que pensó desde el primer momento podían descongestionar esa posible densidad de personas en un terreno tan estrecho, muy largo, pero con problemas de concentración humana tan importantes.

Todo quedaba fuera de medida, todo era mucho más complicado y dejaba de tener sentido.
Pero ese era su trabajo, como el de todos los creadores, hacer, pensar, imaginar, y que tu obra se convierta en la obra de todos, en un bien general, donde otros poderes, otros intereses, y los propios habitantes cobren vida propia y decidan, tomen resoluciones que ya no te pertenecen, que formen parte de la comunidad.

Ya esa obra no es tuya, es de todos, como el pintor que pinta un cuadro y el comprador decide donde se cuelga, la canción que fue escrita para unos amantes y se convierte en una música en una campaña electoral.

Ahora bien, vosotros, los que amáis La Manga, sois los propietarios, desde un tablero, o ahora una pantalla de dibujo poco se puede hacer si vosotros no lo cuidáis y mimáis, si vuestro presente es contradictorio con vuestro futuro. Está en vuestras manos, los demás, solo, y nada más ni menos, podemos opinar.

8 Comentarios

  1. La manga es, fué y será un desastre urbanístico. La manga podría ser mejor que Cancún pero es un auténtico desastre urbanístico.
    También es que está muy abandonada, debería de tener desde hace años su propio ayuntamiento.

    • No se cuánto conoces Cancún, pero te aseguro que si no eres turista, sino que trabajas y vives allí, de paraíso poco.
      Siento que creas todo eso de la La Manga, que está abandonada, lo sabemos todos y que le falta un Ayuntamiento, creo que también nos pondríamos de acuerdo en eso. Un abrazo

  2. Soy de La Manga y pienso que lo han hundido los ayuntamientos cada vez está peor. En puesto de crear hoteles y lugares de ocio enfocado para el turismo para todo el año solo Le interesan edificios grandes para cobrar las contribuciones y así venificiar con el dinero sus ayuntamientos y no invertir en La Manga

    • Seguramente tienes toda la razón.
      No tiene sentido que no haya unidad de acción y que los impuestos que pagáis no vayan en una gran parte a mejorar los problemas cotidianos que tenéis.
      Un abrazo y gracias por tu comentario.

  3. Saludos.
    Tengo 49 años. Desde los 1977 bajamos a La Manga, como era y como es.
    Conocimos lo maravilloso que era, un paraíso,
    Una arquitectura sorprendente y planificacion, que se podria llamar ecológica. Hablo de finales de los 70’ y principios de los 80’.
    Donde ha quedado eso.
    Una planificación sostenible, bonita, respetuosa.
    Todo al traste por la codicia de unos Ayts. Que para mi ver…. es el reflejo de la política que nos toca.
    Que paraíso perdido, que suerte lo que lo conocimos. Espero que resurja de sus cenizas.

  4. Hola a todos yo llegué con mi familia a la manga hace 45 años desde Bilbao y seguimos viniendo todos los veranos yo incluso en Diciembre.
    Comentábamos el otro día en que año se inauguró el zoco de la manga alguien me podría ayudar.

    Gracias