Tres intentos en la Historia de industrializar el Mar Menor (y III)

0
Plano general con el proyecto de creación de una enorme dársena portuaria en La Manga Sur / JLD

Poco antes de estallar la Guerra Civil, en abril de 1936, se presentó en el Ayuntamiento de Cartagena el último gran intento documentado de transformar el Mar Menor en una laguna totalmente industrializada y destinada a otros menesteres distintos al de la pesquería, cometido éste para el cual se habían presentado unos años antes en el Congreso de Diputados una iniciativa de Mariano Funes para potenciarla pidiendo que no se usara la isla Perdiguera como campo de tiro.

Probablemente, este diputado regional de Acción Republicana desconocía, el año que presentó la propuesta para recuperar el sector pesquero en la laguna, que la II República ya estaba pensando en otra función para el Mar Menor: convertirlo en una enorme dársena portuaria con la creación de un puerto que abarcara desde El Vivero hasta las playas de Mar de Cristal, como se observa en el plano que ilustra el artículo.

De este proyecto, titulado «Proyecto Refugio en la albufera del Mar Menor», se conserva en el Archivo General de Cartagena el plano general del puerto y el canal de entrada que había previsto construirse para permitir el paso de buques de gran calado en este futuro puerto.

Portada del proyecto conservado en el Archivo Municipal de Cartagena con el último intento de industrializar el Mar Menor / JLD
Portada del proyecto conservado en el Archivo Municipal de Cartagena con el último intento de industrializar el Mar Menor / JLD

Como indica el plano, ademas, tenían intención de profundizar el Mar Menor Sur hasta una profundidad de ocho metros, rodeado de otra parte dragada hasta los seis metros, mientras que se colmataría toda la bahía de El Vivero (como así hizo años más tarde Tomás Maestre para otros fines) y se provocaría un relleno artificial en línea recta desde la citada bahía hasta, aproximadamente, la altura de Mar de Cristal.

El inminente estallido de la Guerra Civil unos meses más tarde provocó la paralización completa del proyecto.

Su puesta en marcha hubiera supuesto la desaparición completa del Mar Menor tal como se encuentra concebido en la actualidad. Fue el último gran intento de industrializar el Mar Menor.