Beso la tierra que piso,
que recuerda el amor
por el presente y la evolución
hacia un futuro que merecemos mejor.
Respiro las sensaciones
de quienes ofrecen salud
por entregas, mis paisanos,
que compiten por el todo en la felicidad.
Me completo en un poliedro
que nos embarca hacia la emoción
que nos prueba.
Ganamos una y otra vez.
Hay mucho para poder ser y compartir
en una humanidad que nos endulza.
Las destrezas de la Naturaleza,
infinitas, portentosas,
nos llevan hacia ese estado
en el que somos plenilunio.
Toco esa tierra que pacifica
y que tengo la suerte de decir
que es la mía,
y la tuya, la de cada persona
que aspira a entregarse a la excelencia
de una Creación perfecta
que hemos de proteger
de la desidia y el hastío.
Mejoremos, por favor,
con convicción, con ánimo.
¡Nuestros espacios merecen respeto,
y nosotros también»
Juan Tomás Frutos.